El incremento del precio del petróleo que se produjo en la recta final de 2016, frente a la disminución de su precio que se registró en 2015 y principios de 2016, junto con el aumento del precio de la electricidad en enero, hace que la inflación de los productos energéticos se haya elevado rápidamente. Por este motivo, de mantenerse el petróleo en los niveles actuales, la inflación se situará en tasas elevadas durante la primera mitad de 2017, aunque comenzará a moderarse a partir del mes de marzo.
En el mes de enero la tasa interanual del Índice de Precios de Consumo (IPC) ha sido del 3,0%, casi un punto y medio superior a la registrada en diciembre y la más alta desde octubre de 2012. La inflación subyacente aumenta sólo una décima, hasta el 1,1% en términos interanuales.
El Índice de Precios de Consumo Armonizado se sitúa en el 2,9%, un punto y medio por encima del dato de diciembre y, aunque el índice promedio de la Unión Económica y Monetaria también se acelera medio punto hasta el 1,8%, el diferencial positivo alcanza ya los 1,1 puntos porcentuales, hecho que previsiblemente continuará en los próximos meses, dado que la inflación española se ve más afectada por los shocks de precios energéticos.
La inflación subyacente, que venía mostrando una variación muy contenida, aumenta una décima hasta el 1,1%, muy lejos del incremento del IPC general. Dentro de sus componentes, los Servicios siguen siendo los más inflacionistas, aunque se desaceleran tres décimas hasta el 1,3%, debido fundamentalmente al descenso de los paquetes turísticos y los servicios de alojamiento en el mes de enero. Por su parte, los Bienes industriales sin productos energéticos y Alimentos con elaboración, bebidas y tabaco siguen manteniendo ritmos de avance muy contenidos, con crecimientos del 0,8% y del 0,3%, respectivamente.
Los Alimentos sin elaboración se aceleran notablemente, hasta el 2,7% interanual, debido al incremento en enero de algunos alimentos como legumbres y hortalizas frescas y pescado y marisco.
Por su parte, el precio del petróleo, tras el notable aumento de diciembre por el acuerdo de la OPEP y otros países para reducir la producción, se ha mantenido en torno a los 54,5$/barril en enero y lo transcurrido de febrero, situándose en niveles muy superiores a los del mismo periodo del año anterior. Así, los precios del petróleo se imponen como el principal elemento inflacionista del índice general impulsando la inflación al alza intensamente. En concreto, el precio del crudo Brent se situó en 54,4$/barril en enero, un incremento del 74,9% con respecto al precio de enero de 2016. En euros, el aumento fue algo superior, 78,9% interanual. En lo transcurrido de febrero, el precio del crudo Brent se mantiene torno a los 54,6$/barril de media, lo que de mantenerse implicaría un aumento del 71,0% con respecto al año anterior, que en euros supondría un aumento del 63,8%. En los próximos meses, si el petróleo se mantiene en los niveles actuales, la inflación seguirá muy elevada en el mes de febrero, pero comenzaría a moderarse en los meses posteriores, aunque todavía registrará tasas elevadas.
Tras más de tres años de inflación prácticamente inexistente, los precios comienzan a repuntar de forma notable y lo seguirán haciendo durante los próximos meses. No obstante, hay que tener en cuenta que el principal elemento inflacionista será el precio del petróleo y que, si no sufre grandes variaciones, su efecto alcista se minorará en la segunda parte de 2017.
Dado que el diferencial de inflación con la Zona Euro vuelve a ser positivo, conviene recordar que cualquier deterioro de la competitividad tendrá un efecto en el crecimiento de la economía española. Por ello, se debe continuar con la moderación salarial para seguir consolidando la recuperación gracias a aumentar la competitividad y favorecer la creación de empleo.
Fuente: CEOE (Confederación Española de Organizaciones Empresariales)