El Consejo Económico y Social (CES) ha alertado de las "diferencias significativas" que existen entre las comunidades autónomas en términos de crecimiento del PIB, en función de su especialidad productiva, de la apertura de sus economías al exterior y de la dimensión y grado de corrección de los desequilibrios acumulados antes y durante la crisis.
En la Memoria Socioeconómica y Laboral del CES se recuerda que, de acuerdo con los datos de Contabilidad Nacional, frente a la caída del 1,2% del PIB en 2013 en el conjunto de España, siete comunidades autónomas mejoraron dicho nivel, especialmente Canarias y Baleares, con descensos en ambos casos del 0,4%, y la Comunidad Valenciana y Cataluña, con una caída del 0,8%.
En cambio, otras comunidades como Asturias y Castilla y León registraron una caída del PIB del 2,1%, seguidas de País Vasco y Cantabria, con descensos del 1,9%, en los cuatro casos muy por encima de la caída del 1,2% de la media española.
Respecto al año anterior, sólo hubo cuatro comunidades autónomas que mostraron un empeoramiento de la tasa de variación del PIB, destacando Cantabria, con un retroceso de un punto porcentual, y País Vasco, con 0,6 puntos menos.
Por su parte, las mejoras más significativas las registraron Castilla-La Mancha y Extremadura, cuyas tasas se vieron incrementadas en un año en 1,2 y 1,4 puntos, respectivamente. La mejora en ambos casos de explica por el fuerte ajuste presupuestario que realizaron en 2012, a través de la implementación de las medidas contempladas en los planes económico-financieros de reequilibrio, que hizo que el PIB cayera ese año por encima de la media.
El CES indica que uno de los factores que mejor explica la diferente evolución de las economías regionales en 2013 tiene que ver con su grado de apertura al exterior, en la medida en que el sector exterior, y más concretamente las exportaciones de bienes y servicios, volvieron a mostrar una notable fortaleza.
El sector exterior es determinante
Así, entre las cinco comunidades que mejor se comportaron en 2013, la participación del sector exterior fue determinante, bien a través de la evolución de las exportaciones de mercancías, en el caso de Valencia o Galicia, o bien de las exportaciones de servicios turísticos, como Cataluña, Baleares, Canarias y la Comunidad Valenciana.
En términos de PIB per cápita, en el conjunto de España cayó un 0,1%, hasta situarse en 22.279 euros, a pesar de un descenso de la población del 0,3%. País Vasco continúa siendo la comunidad con un mayor nivel de renta per cápita, con 29.959 euros, y supera en un 34,5% la media española. Le sigue Madrid y Navarra, con 28.915 y 28.358 euros, respectivamente, y Cataluña, con 26.666 euros.
En el extremo opuesto se sitúan Extremadura, con una renta por habitante de 15.026 euros, un 67,4% inferior a al promedio, la ciudad autónoma de Melilla, con 16.426 euros, y Andalucía, con 16.666 euros.
La crisis acentúa las divergencias
A la vista de estos datos, el CES concluye que a lo largo de estos años de crisis económica se ha producido un empeoramiento de la mayor parte de los territorios menos desarrollados respecto de la media, frente a cierta mejora relativa de los más desarrollados, lo que ha derivado en un continuado proceso de divergencia en renta per cápita.
Así, en 2013 dicha divergencia continuó acentuándose, si bien a un ritmo menor que en años precedentes, debido a que regiones con niveles de PIB per cápita inferiores al promedio, como Castilla-La Mancha o la Comunidad Valenciana han mejorado su tasa de crecimiento medio, mientras que otras regiones con elevado nivel de desarrollo, como País Vasco, Navarra, Aragón registran caídas del PIB per cápita superior al promedio.
En concreto, de acuerdo con el indicador de dispersión máxima, el diferencial entre el nivel máximo del PIB per cápita registrado por País Vasco y el mínimo de Extremadura se amplió en 2013 desde 1,986 puntos a 1,994, con lo que la renta per cápita en Euskadi continuó duplicando a la extremeña.
Fuente: eleconomista.es