Los movimientos repetitivos implican la realización de esfuerzos o movimientos rápidos de pequeños grupos musculares, generalmente de las extremidades superiores, agravadas por el mantenimiento de posturas forzadas y una falta de recuperación muscular.
Estas actividades son habituales en el sector de la alimentación:
• Trabajo de fabricación (empaquetado, envasado, selección…).
• Trabajo en el campo (recolección de frutas y verduras).
• Trabajo de almacén (reposición, manipulación.).
• Sector cárnico (mataderos, salas de despiece, fabricación de productos elaborados).
EFECTOS PARA LA SALUD
Los movimientos repetitivos pueden suponer la aparición de trastornos musculoesqueléticos (TME) en las extremidades superiores. Los TME afectan al aparato locomotor, es decir, a los músculos, tendones, esqueleto óseo, cartílagos, ligamentos, nervios y vasos sanguíneos del cuerpo.
Un gran número de los TME por movimientos repetitivos (como las tendinitis o el síndrome del túnel carpiano) surgen con el paso del tiempo, tras largos periodos de exposición a unas condiciones de trabajo demasiado exigentes.
En su fase inicial, los TME refieren leves molestias o un dolor muy soportable y los efectos suelen ser leves y transitorios (el dolor desaparece tras finalizar el trabajo). Pero cuando la situación se prolonga en el tiempo pueden aparecer lesiones de mayor gravedad, que pueden requerir la baja laboral e incluso un tratamiento médico. Cabe la posibilidad de que la situación se cronifique, en estos casos el tratamiento y la recuperación habitualmente generan dificultades y pueden, incluso, llegar a requerir determinar una incapacidad del trabajador para su actividad.
MEDIDAS PREVENTIVAS
Tras la realización de una evaluación de riesgos que determine el tipo de riesgo que está presente y la probabilidad de que este se materialice, será necesario adoptar medidas preventivas que permitan reducir el riesgo hasta unos niveles aceptables que no ocasionen daño para el trabajador.
En este sentido se hace necesario actuar sobre tres ámbitos:
• El rediseño del puesto de trabajo.
• La organización del trabajo.
• La adopción de hábitos de trabajo saludables por parte de los trabajadores.
Los factores más relevantes que deben tenerse en cuenta son los siguientes:
Alta repetitividad
La repetitividad es directamente proporcional al riesgo de sufrir un daño. Es importante reducir la repetición de los movimientos básicos continuados. Algunas medidas pueden ser:
• Ampliación de tareas: reestructurar el trabajo de forma que las tareas sean lo más amplias y diversas posible, incorporando tareas adicionales, por ejemplo.
• Rotación de tareas: organizar el trabajo para que los trabajadores varíen su actividad en varios puestos de trabajo con requerimientos físicos diferentes.
• Mecanización: utilizar herramientas que ayuden a disminuir los movimientos repetitivos, como, por ejemplo, destornilladores eléctricos.
Aplicación de fuerza elevada
• Distribuir la fuerza entre distintos grupos musculares: por ejemplo, permitiendo que el trabajo pueda realizarse con ambas manos.
• Mecanización: utilizar herramientas mecánicas para ejecutar las acciones que requieran un esfuerzo muscular elevado.
Adopción de posturas forzadas
• Diseño ergonómico: un diseño adecuado del puesto de trabajo diseñar los puestos de trabajo de forma que las articulaciones se mantengan en posiciones cómodas y seguras para las articulaciones. Se deben evitar: trabajos que requieran superar la altura de los hombros, los alcances por detrás del cuerpo o las desviaciones de las muñecas.
• Hábitos posturales correctos: concienciar y formar a los trabajadores en hábitos posturales y buenas prácticas para la prevención de los TME. Adquirir hábitos saludables fuera de su entorno laboral.
Falta de recuperación
• Tiempos de descanso: organizar la actividad laboral de modo que se cuente con tiempos de descanso suficientes que permitan la adecuada recuperación de la musculatura sobrecargada. Pueden ser pausas para descansar de forma periódica, o la alternancia con otras tareas que permitan que las partes del cuerpo que se hayan podido fatigar descansen y se empleen otros grupos musculares diferentes a los que se hayan podido cansar.
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