La higiene personal es fundamental para evitar contraer enfermedades derivadas del contacto son animales y para prevenir la difusión de las dérmicas infecciosas y parasitarias.
La limpieza en los baños, lavabos y duchas y, desde luego, de todas las superficies de los lugares de trabajo; El cuidado extremo de los uniformes, de los equipos de protección personal y el uso, preferentemente, de elementos de secado desechables será prioritario. En algunos casos puede ser necesaria su esterilización. La aplicación de protocolos específicos de limpieza será imprescindible para estos sectores.
Cuando se produce alguna herida, tendremos que actuar con sumo cuidado, desinfectándolas y vendándolas, con independencia de su gravedad, además las cubriremos hasta su curación. Se recomienda consultar a un sanitario por si fuera necesario vacunar al trabajador o tener alguna atención especial.
A pesar de que la mayoría de los microorganismos utilizados en la Industria alimentaria se consideran inofensivos, puede ser obligatorio el uso de EPIS que protejan del contacto dérmico y respiratorio. En la elaboración del vino, el queso, el yogur y la pasta agria se emplean procesos microbiológicos para obtener productos consumibles. También en la producción de proteínas y encimas se aplican cada vez más técnicas biotecnológicas.
Ciertas especies de aspergilos y de bacilos generan amilasas que convierten la fécula en azúcar; la levadura transforma la fécula en acetona; y el tricoderma y el penicillium producen celulasas que se descomponen en celulosa. En los procesos de elaboración de alimentos las esporas de hongos y actinomicetos se encuentran en abundancia, y el aspergillus y el penicillium suelen estar presentes en la atmósfera ambiental de las panaderías y el penicillium también se encuentra en los centros de producción láctea y cárnica en la maduración de quesos y salchichas.
Las medidas de limpieza adoptadas con anterioridad a la venta dispersan estas sustancias en el aire, y los trabajadores pueden padecer alveolitis alérgica. Los casos de asma profesional se asocian a la acción de muchos de estos organismos, mientras que de algunos otros se sospecha que causan infecciones y transportan micotoxinas. Las enzimas tripsina, quimotripsina y proteasa se vinculan a la hipersensibilidad y a los trastornos respiratorios.
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