En relación a la próxima huelga general del 14 de noviembre, desde FOES consideramos que no es buen  momento para convocarla, por entender que la situación de España y el devenir económico, exigen un mayor sentido de la responsabilidad por parte de los sindicatos convocantes.

A modo de símil, diremos que el alumno aventajado y con buenas notas puede permitirse el lujo de perder un día de clase; el alumno rezagado, no. Y en estos momentos, España, es un alumno rezagado dentro de la Unión Europea, pues nuestros ratios económicos están por debajo de la media de nuestros socios.

Estamos viviendo una situación tremendamente delicada, que está afectando muy virulentamente a las empresas, y como consecuencia de ello, a los trabajadores y a la sociedad española. Es obvio que todos sufrimos esta situación y por ello necesitamos que se adopten las medidas necesarias para que se produzca una mejoría. Entendemos, y así lo hemos trasladado al Gobierno en numerosas ocasiones, que es necesario articular medidas de estímulo económico, y que es imprescindible rebajar la presión fiscal para que la economía repunte. Pero para conseguirlo, en una sociedad democrática y madura, existen cauces como el diálogo social que posibilitan solventar diferencias en materia de actividad económica o de empleo. 

Por el contrario, convocar huelgas con cierta asiduidad, no soluciona en absoluto el problema, pues las experiencias recientes han demostrado que las anteriores huelgas generales, han sido totalmente estériles, a la par que, sólo han sido secundadas por un mínimo porcentaje de la población activa española.

A nivel empresarial creemos que en este momento lo prioritario es trabajar conjuntamente para que nuestra economía mejore y para que aumente nuestra competitividad. Por otra parte, dada la dependencia que hoy en día tenemos de los mercados exteriores, se hace prioritario que entre todos, generemos y transmitamos confianza a los inversores. Desde FOES tenemos claro, que estos objetivos no se alcanzarán con la próxima huelga general del 14 de noviembre, y muy al contrario, será perjudicial, pues influirá negativamente en la credibilidad de nuestro país, frente a los inversores extranjeros.

Por ello desde FOES rechazamos la huelga general convocada para el día 14 de noviembre por considerarla irresponsable, desacertada, inútil y de carácter estrictamente político. Además, nos parece una tremenda falta de responsabilidad que con esta huelga general, se esté incitando a hacer una huelga de consumo, pues ello no conseguirá sino lastrar más la situación económica que vivimos.

Por centrarnos en el ámbito provincial, las pérdidas ocasionadas por esta huelga, podrían valorarse en torno a los ocho millones de euros, con el consiguiente impacto negativo sobre nuestra economía soriana.

Desde FOES, insistimos en exigir respeto al derecho a trabajar de los trabajadores, y consideramos imprescindible que durante la jornada del día 14 se respete escrupulosamente el derecho de empresarios y trabajadores a asistir a sus puestos de trabajo y a cumplir con sus obligaciones sociales, económicas y laborales.

Como en anteriores ocasiones, y con independencia de los motivos en que se basa la convocatoria de huelga,  por experiencia sabemos que los empresarios somos receptores pasivos de la misma, y por ello, seremos quienes suframos las consecuencias de forma directa, tanto por el coste productivo que asumiremos, como por los daños materiales que puedan ocasionarse.

Por esta razón, desde FOES estamos en contacto con la autoridad competente, a fin de colaborar y solicitar que se adopten  las medidas oportunas al objeto de evitar coacciones o violencias sobre las empresas que decidan libremente abrir el centro de trabajo, y también, medidas que permitan acceder al puesto de trabajo a aquellos trabajadores  que opten por ejercer su derecho a trabajar.

En este sentido, queremos recordar una vez más, que el derecho al trabajo y el derecho a la huelga, son iguales; que ambos son derechos fundamentales y que ninguno de ellos, prevalece sobre el otro.